El cigarro

Tengo varios motivos para hacerlo.

Intentar dejar de fumar es horripilante, sin embargo, lo intento.
No dejé de hacerlo ya, ni intenté dejarlo como en otras ocasiones, así nomás, de un día a otro.
Recuerdo, la última vez que lo intenté, tendrá carce de 2 años, al quinto día, el síndrome de supresión me asaltó de tal modo que yo quería golpear a todo el mundo, de pura ansiedad. No lo hice. No fumé tampoco ese día. Aguanté, no sé, tal vez 10 días, tal vez 15. Pero volví a fumar.

Esta vez, solo trato de hacerlo con menos frecuencia, ya me estaba fumando la caetilla completa al día. Para reducir de esa dosis a cinco cigarros más o menos, no voy tan mal.
(Por lo pronto me estoy fumando un buen Popular, esos cigarros cubanos ¡cómo me gustan!.

No quiero dejar de fumar, pero sé que debo hacerlo.

Échenme porras, que así me sentiré más comprometido.

Va por ella... pequeñita...