domingo, octubre 26, 2008

Microcuentos II / Relatos en cadena

La mujer que había dentro de mí está muerta. Aquí no se puede ser bella, no con estas terribles prendas. No con este terrible color aderezado, anémico. ¿Cómo se puede ser mujer sin las miradas y las envidias de todas esas otras que no tienen explicación para que seas tú la primera en tener todo lo que ellas desean? ¿Cómo, sin esa piel blanca, brillante y lisa? Existía para ser vista. Estar en el escaparate sí era vida, no esta habitación blanca en la que nadie me mira. Aquí, soy sólo como una muñeca, una muñeca vieja, abandonada.

Aroón Rivera

Relatos en cadena

martes, octubre 14, 2008

Microcuentos / Relatos en cadena

Algún día se enterarían de quién era el que movía el espejito, o la charola como le llamamos entre nosotros los judas, la polaca, la ley. Ya les había advertido que no se metieran con el polvo porque tarde o temprano les iba a caer encima, así que, ¿por qué no? si ya iban para allá, pues un empujoncito siempre ayuda. Así fue como les vendí la droga, les puse los contactos para distribuirla y les puse la trampa para torcerlos. A mí sólo me interesaba el ascenso en la oficina de la judicial. Pero ¡mierda! creo que la trampa me la pusieron a mi.

Aroón Rivera


Relatos en cadena