viernes, enero 21, 2005

Después de todo

Después de todo, pero después de todo, mantengo mis promesas, hubiera podido decir adiós, pero no puedo, nada me muere más que este amor, nada me vive más que este amor. El silencio por un tiempo es hermoso, a los días apesta, se agusana. Nada de lo que pude dar existe, el día de hoy no existe, esta noche no existe. En estos días, en que ni usted ni yo acudimos, días en que el silencio se hizo nuestra única palabra, habremos descubierto mil cosas bajo nuestras sábanas. Hoy existe un sin fin de cosas nuevas que pueden darse.

Después de todo, sé que usted existe, nada vale más sino el que viva, el que usted viva, porque de otro modo muerto estaría también el viento. Y el viento sopla, arruya sueños, toca ventanas, recorre el mundo, lleva palabras y silencios, pasea secretos y promesas, hurga recuerdos y epitafios, inventa historias y finales inciertos. Viaja buscando su respiro, buscando encontrarse con su sueño, buscando su beso que no ha dado.

Usted puede estar en nosedónde, puede tal vez, abrir su corazón a nadie. Puede intentar salvarse, salvar un fantasma, puede también, tratar de borrar un pedazo de historia, pero el viento sigue... el viento no puede guardarse en un baúl para recuerdos.

A veces la razón aparece vacía, aparece... no hace sino apretar al corazón un poco. No hace sino jugarnos esa eterna broma, ese eterno cosquilleo por estar seguro. En ocasiones gana, pero el tiempo siempre ha sido más paciente. El corazón es primo hermano del tiempo, la paciencia la llevan en la sangre.

He visto a los fantasmas sentarse en las banquetas, darse las manos, darse besos. Los he visto tratando de llenarse el alma que no tienen, a base de besos que les quedan grandes, de abrazos que se quedan en el aire, de palabras que no pronuncian. Los he visto tratando de salvarse. Hacen como que aman, tratan de querer pero no pueden, ni siquiera ellos saben que no pueden, no saben que se han vuelto fantasmas. Un día les llega el aviso de la vida y se les cuela como aire por las costillas... no pueden escucharlo... ellos siguen tratando de llenarse el alma.

Me hacen llorar de tristeza... me hacen comprender una cosa. Si me salvo, tal vez un día un escalofrío recorra mi cuerpo y piense "¿por qué si hay alguien a mi lado me siento tan vacío?"... será un aviso de la vida pasando entre mis costillas.

Usted, usted en el fondo me comprende, y sabe también que le comprendo. Respeto su silencio... mi silencio es el suyo. No ha menguado mi sueño. Su aleteo no cesa.

Después de todo,
estoy vivo,
usted está viva.
Amo...
Espero...
Vivo...
Espero vivo.

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