viernes, agosto 22, 2008

Inicio de las vacaciones

Bueno, pues las vacaciones duran menos de lo que uno quisiera, eso es verdad, pero del mismo modo, uno se cansa de andar corriendo de un lado a otro. En fin, debo contarles que han sido unos días maravillosos que he pasado en lugares también maravillosos.

¿Cómo podría empezar a contarles este viaje?

El cielo de pronto se cubrió de estrellas, hasta donde se alcanzara a ver estaba tapizado de lucecitas ligeramente parpadeantes, una que otra estrella fugaz zurcando el cielo que me recordaba esos momentos en los que mi vida tenía muchos deseos, este día, esas estrellas representaban no ya los mismo o nuevos deseos sino esa oportunidad de agradecer a la vida, a dios si es que él tiene algo que ver y al universo también. Agradecer ¿por qué? fácil, porque hoy puedo asegurar que soy inmensamente feliz, que estoy rodeado de la gente correcta y que sin duda alguna cada día es una oportunidad para seguir creciendo. Así avanzamos esa noche en la que salimos de la ciudad de México para encontrarnos con ese cielo casi inconcebible en la carretera pasando Puebla, nuestro destino, era llegar a la madrugada hasta Palenque, para lo cuál teníamos que pasar por Orizaba, luego Coatzacoalcos, luego Villahermosa y tomar rumbo hacia Escárcega donde encontraríamos la desviación hacia Palenque. La hora calculada, 8:00 A.M. y aunque con media hora de retraso, todo salió conforme el plan. De tal modo que con cara de puño, algo de frío y ojeras del desvelo, nos encontramos a las 8:30 de la mañana al noroeste del estado de Chiapas en Palenque, ciudad en la que recientemente se encontró, dentro del templo de las inscripciones, un mausoleo en cuyo centro está un sarcófago monolítico con los restos del Rey Pakal.

Palenque

Pakal sobre un trono con forma de jaguar

De este modo, Wble, Oscar, Paula y yo comenzamos el maravilloso recorrido por una parte de la Ruta Maya, además de otros paraisos que alberga el sureste de este país.

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