domingo, octubre 24, 2004

De sueños

Conocer a la persona que habías visto en sueños puede ser oníricamente maravilloso.

Darse un abrazo mientras escuchan "Más vale gallina en mano que haciéndola caldo... !Teatrito la carcajada¡"
Sudar de nervios. Abrazarse y escuchar la canción que ella pone cuando charla contigo por las noches. Sudar de nervios. Subirse a un platillo volador esperando que despegue, para que un poli te diga que está prohibido subirse al reloj... decirle "gracias". Sudar de nervios. Ver la luna juntos por fin, después de haberlo ensayado miles de veces sin ella y ella otras tantas sin tí. Sudar un poquito de nervios. Presenciar una persecución a balazos falsos e interrumpir el drama con un ingenuo "¿a quién le van a disparar?". Caminar de la mano y casi no sudar de nervios. Sentarse a respirar la noche y encontrarse perfume de gardenias en el aire. Abrazarse. Sudar por los ojos, llorar por las manos. Darse casi todos los besos guardados de hace tiempo, verse a los ojos. No creerlo. Verse a los ojos. Creerlo. Abrazarse. Roncar juntos, abrazados. Despertar para darse besitos en el hombro. Dormir para darse besitos en el alma. Despertar para escuchar lo que dice dormida y no entenderlo. Dormir para seguir charlando. Descubrirse verídicos. Descubrirse juntos en el mundo. Creerlo. Darse besitos en la nariz y en los dedos. Saberlo. Despertar sedientos. Desayunar besitos en las manos y un cigarro. Verse a los ojos. Descubrir que no es la primer noche que duermen juntos. Escuchar su corazón tan cerca. Descubrir que es la primer mañana que despiertan y aún están ahí. Dejar que escuche tu corazón que bombea fuerte porque lleva el suyo dentro. Caminar. Abrazarse. Caminar. Saberse juntos. Saberse desamparados en la distancia. Saberse esperanzados. Encontrarse en la despedida. Breve, eterna. Saber que no se ha ido... Saberla a tu lado, por siempre... a tu lado...

Gracias Mariposa

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