Ahora que vienes de mis palabras
y vengo de las tuyas
ahora que acudes a los rezos de mis demonios
y escucho con ternura los cantos de tus ángeles
podemos ir abriendo lentamente
las puertas del ocaso y el alba
las puertas del tiempo impenetrables
y abrir simplemente el majestuoso cielo
Ahora que somos cómplices de lo indecible
y suspiramos con el mismo hálito eclipsado
morimos una y otra vez que nos miramos
mientras nos resucita el sol naciente
Ya que vienes a mi en el aire que respiro
me siento tan cerca que si tocas tu cuerpo es mi cuerpo
y tan invisible porque el tiempo nos jugó una broma
que quiero estés tan cerca que si abrazo mi alma
sea tu alma
y si observo mi sombra
sea también sombra tuya.
Aroón Rivera
martes, agosto 31, 2004
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