Te voy a enseñar un truco para que vendas más -le dijo a la chamulita- mientras tomaba una pulcerita y le agarraba la mano. Ella mostró tanto entusiasmo que le era difícil esperar a ver dicho truco, en sus ojos brillantes se dibujaba la esperanza -le vas a hacer tres nudos, y cada uno va a representar un deseo que tu cliente tiene que pedir en cuanto lo vayas anudando, y entonces cada uno se irá deshaciendo cuando estos se cumplan, ¿si me entendiste?- le dijo mientras iba haciendo los nudos. Sí, pero yo no pedí mis deseos.
Aroón Rivera
miércoles, agosto 27, 2008
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
3 comentarios:
La esperanza emociona tanto que anula los sentidos y lo único que queda son ojos cristalinos.
Señor Poeta, siempre me sorprende, o será que le leo con emoción?
Saludos
Hola mi querido poeta!
Buscando algo para deleitar mi corazón, me encontre con su blog. Me deja interesada con sus vivencias y su peculiar visión sobre la vida y su vida. Realmente lo conocí lo suficiente para poder decirle: Muchas gracias, mi queridísimo Aroón del Cañón!
Mil bendiciones.
Hola mi querida visitante anónima... me quedo muy intrigado yo con ese final del comentario, me hace volar al pasado y recordar una época de mi vida en la que el amor era la única salvación para salir de la trinchera revolucionaria.
Mil gracias por esta interesante visita! Un beso!
Publicar un comentario