Dicen que uno sabe el día que va a morir, claro, cuando llega el día...
Ese día tal vez uno piense muchas cosas y en el mejor de los casos no piense nada, pero, ¿qué cosas pasarían por mi cabeza si este fuera el día en que voy a morir?
"Amé a mi familia" "tal vez no lo demostré suficiente"
"Me sentí amado" "Tal vez no lo suficiente"
"Hice muchas estupideces" "Podría haber hecho más y más estúpidas"
"Me hizo falta sexo"
"Fui feliz" "algunas veces"
"Cómo será mañana este mundo sin mi?" "Seguramente el mismo"
Recuerdo aquel libro de Hesse "El lobo estepario" en el que Harry Haler, el personaje principal, al entrar a "El teatro mágico, solo para locos" al atravesar una de las puertas llamada "Todas las mujeres pueden ser tuyas" regresa a su infancia o adolescencia y comienza de nuevo a vivir pero esta vez, cada una de esas ventanas al amor es abierta y no como fue en su vida real solo observada.
Cada uno sabe, en el fondo, de qué se arrepiente, aunque, como en mi caso, no lo acepte.
Si hoy fuera el último día de mi vida, solo querría saber, a ciencia cierta, si hubo alguien que llorara con alguna de mis palabras.
Hoy, tal vez no sea el último día de mi vida, pero les digo que hoy... ¡moriré!
Aroón Rivera
Poeta sin palabras
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"Porque si no saben volar
pierden el tiempo conmigo"
Oliverio Girondo
jueves, septiembre 28, 2006
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